jueves, 25 de febrero de 2010

SOBRE LOS SÍMBOLOS FARMACEÚTICOS

[este artículo fue publicado originalmente por Condesa de Vilches en su blog]

Estamos rodeados de símbolos y muchos de ellos tiene un origen mitológico o religioso, concretamente cristiano, a pesar de los constantes intentos por esterilizar nuestra sociedad de todo elemento o idea que suene a religión. Uno de estos casos es los símbolos con los que tradicionalmente identificamos una farmacia: por un lado la serpiente y la copa, por otro la serpiente y el báculo.

La fuente de estas imágenes se encuentra en la mitología, como ahora comentaremos, si bien al mismo tiempo son motivos presentes en la tradición judeocristiana y curiosamente tienen también unas connotaciones de curación.

La copa y la serpiente, desde un punto de vista mitológico, aluden a Higía, personificación griega de la salud e hija del dios de la medicina Asclepio. La copa aludiría al remedio y la serpiente es un atributo habitual de Higía, así como de Asclepio, apareciendo en ocasiones enroscada en sus brazos (ahora me estoy acordando de la representación de esta diosa que hace Klimt...).


En el ámbito cristiano, encontramos también una serpiente dentro de una copa (o en ocasiones un pequeño dragón). Se trata de uno de los atributos de Juan Evangelista, junto al águila. Esta serpiente dentro de una copa alude a uno de los episodios de la vida del santo, narrado en la Leyenda Áurea de Santiago de la Vorágine (siglo XIII): estando en Éfeso, el sumo sacerdote de Diana le somete a una prueba consistente en que beba de una copa envenenada; si Juan sobrevive tras beberla, el sacerdote se convertirá a su religión. Juan no sólo bebe su contenido, sino que el veneno se convierte en serpiente. Algo parecido le ocurre al santo valenciano del siglo XVI Luis Beltrán, en el Nuevo Mundo: le administran una bebida mortal y pasa la prueba sano y salvo. El atributo de este santo también es una copa con una serpiente...

De este modo, tanto la copa de Higía como la de san Juan tienen unas connotaciones de curación, de mal-veneno superado e inofensivo.



La serpiente y el báculo se relacionan con Esculapio, hijo de Apolo, dios de la medicina. El báculo o vara era símbolo de la profesión médica y la serpiente proporcionaba a Esculapio una planta milagrosa con la que resucitar a los muertos. Y una vez más el atributo de un dios pagano tiene su equivalente judeocristiano. Se trata en este caso del episodio de la serpiente de bronce narrado en Números 21, 4-9: Dios envió a su pueblo, aún en camino de la Tierra Prometida, serpientes venenosas, que diezmaban a los israelitas. Para sanarlos, Moisés, siguiendo las indicaciones de Dios, fabricó una serpiente de bronce y la colocó sobre un asta; aquel que hubiera sido mordido por una serpiente y mirase a la de bronce, quedaría curado.

Así, en ambos casos, la serpiente enroscada a un báculo simboliza curación y salvación.

Y aquí llegamos al final de esta digresión sobre símbolos farmaceúticos...

Atlas Mnemosyne

1 comentario:

Sofonisba Anguissola dijo...

Hola, soy la autora de este miniartículo. Gracias por considerarlo lo suficientemente interesante como para colgarlo en este blog.

Un saludo