La dinámica del empleo en el país se hace más profesionalizante y eso es bueno porque los servicios como el caso de la salud, adquiere más y más nivel. Se va dando una selección natural en donde los más capaces, los más aptos y claro los que tienen posibilidades para acceder a la formación necesaria ocupan los lugres centrales.
Eso es lo que viene sucediendo muy lentamente en el área de los medicamentos, de la farmacia y droguerías. Si antes muy pocos contaban con cualificación para atener en farmacias-droguerías, en el apoyo a los químicos farmacéuticos en los laboratorios, en la administración, control y vigilancia a tema de medicamentos siendo un negocio casi familiar y empírico, hoy día no es así.
El Decreto 2200 de junio del 2005 clarifica y reglamenta el servicio farmacéutico. Y no es que antes no existieran regulaciones pero eran muy esenciales. Del 2200 a la fecha se legislado mucho. Se han delimitando las áreas de desempeño y competencias entre auxiliares de droguerías, regentes d farmacia y químicos farmacéuticos. Se ha dado un paso para tener una política farmacéutica propia además de adecuarnos a la lógica globalizadora de estos tiempos.
En este camino, para cubrir las exigencias de la normativa del Decreto 2200 y estar en sintonía entre las realidades nacional e internacional la Universidad Santiago de Cali comprendió la necesidad real de abrir lo que es el primer programa presencial de todo el sur occidente colombiano en tecnología en regencia de farmacia. Se busca cualificar a los jóvenes de esta parte del país y darles oportunidades reales de trabajo. Los estudios preliminares dicen que el Valle del Cauca requiere más de 6000 tecnólogos ¿No e mejor formar aquí a ese joven ? ¿no va siendo hora que el Valle responda con sus hombres y mujeres a sus necesidades? La USC pensó en esa necesidad sentida y estará graduando su primera cohorte en el 2009.
Por otra parte, la empresa del sector farmacéutico local siente la presión gubernamental, léase INVIMA y Ministerio de Seguridad Social para que las droguerías y farmacias cumplan con lo reglamentado desde el 2005. Estamos entonces, los que decidimos estudiar regencia en farmacia, con amplias posibilidades pero con grandes retos de lo que se espera de nosotros. Nosotros a su vez confiamos en la capacidad profesional de nuestros docentes que andan por caminos inéditos en estas tierras.
Finalmente, quiero mencionar una última realidad: el mercado de trabajo debe entender que el nuevo personal, los regentes en farmacia merecen un salario digno y acorde a las responsabilidades que asume. Hemos visto como en el país hay disparidades enormes en donde priman ofertas leoninas y pocas de justo nivel. Se hace necesario una legislación al respecto que busque la transición entre un técnico, un tecnólogo y un profesional. Así mismo, es lógico que se de la transitoriedad del que ejerce y no está graduado pues estudia. Todo desde las responsabilidades que dicta el Decreto 2200 y otras normas que lo amplían o modifican.
Quede pues la invitación a los regentes ya graduados y a los que estudian en esta región, a nuestros colegas de la UNAD, a un diálogo en la búsqueda de construir comunidad académica y gremial para el bien de todos.
TF Aura María Portilla Mera
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